Cada vez conocemos más detalles del Apple Watch Series 8 Pro.

Tras casi dos años siendo filtrado, el Apple Watch Series 8 Pro (o como se termine llamando este modelo caracterizado por una carcasa rugerizada y orientado a deportes extremos dada su resistencia) puede tener su presentación a menos de dos meses vista.

Si en las últimas semanas las filtraciones de fuentes fiables apuntaban a un Series 8 rugerizado con resistencia a golpes, batería más duradera y un tamaño algo superior al de los últimos modelos, Mark Gurman, el filtrador de Apple por excelencia, ha detallado un poco más las novedades que este traerá.

Un salto parecido al de los iPhone Pro

Este Apple Watch Series 8 Pro (insistimos, nombre hipotético) llegaría como versión de gama alta, lo cual tendría implicaciones en sus materiales, su conectividad y por supuesto, su precio. De la misma forma que los iPhone de la gama Pro usan acero en lugar de aluminio, lo publicado por Gurman apunta a un material no solo más premium, sino también más resistente: el titanio.

Pantalla y caja más grandes, batería más duradera, titanio como material y un rediseño sin bordes planos

El uso de este material no es una novedad: el titanio lleva formando parte del Apple Watch desde el Series 5, presentado en 2019, y dando el nombre 'Edition' a esta variante del reloj. La diferencia estaría en una nueva formulación de este material para hacerlo más resistente, y de ahí poder reposicionarlo: de un modelo premium a un modelo ultrarresistente.

Además, llegaría también en un tamaño de caja superior, que hará la pantalla un 7% más grande, acercándose a las dos pulgadas. Puede parecer una diferencia menor, pero estos incrementos son especialmente sensibles en un producto tan pequeño como un reloj destinado a una zona corporal tan concreta como la muñeca.

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El propio Gurman indica que este incremento ya será el suficiente "como para que solo atraiga a un subconjunto de clientes". Esto es algo que ya vimos en el pasado con otras marcas. Por ejemplo, Samsung tenía un Gear S2 con un tamaño comedido, pero suficiente, y el salto al Gear S3 trajo un reloj extremadamente grande, muy orientado a muñecas presumiblemente masculinas y de ciertas dimensiones: aquel no era un reloj para cualquiera. Algo así podría suceder con este nuevo modelo de Apple.

Más allá de esos clientes que buscan ese tamaño mayor, también puede haber un interés por parte del público que no está especialmente interesado en un reloj más grande, pero sí está dispuesto a comprar los modelos más avanzados y caros que Apple les pueda proveer.

Material nuevo, dimensiones nuevas... y también diseño nuevo. La mayor actualización visual desde 2018, cuando llegó el Watch Series 4 ampliando sus marcos respecto a las tres primeras generaciones. No obstante, un rediseño que no tendría algunas de las novedades cacareadas desde hace años, como unos biseles planos —se mantiene la curvatura—.

El aumento de tamaño puede limitar sus clientes potenciales: no todas las muñecas podrán llevarlo

Por último, la batería también será bastante más duradera. Si el estándar actual del Apple Watch es el de una recarga diaria, sin apenas margen para llegar a las 48 horas sin pasar por el cargador, ni siquiera con un uso muy moderado; la idea es que ahora sea posible pasar varios días lejos de un enchufe... utilizando el nuevo modo de baja potencia que llegaría con la familia Series 8 (no fue anunciado como parte de watchOS 9).

Algo que por un lado tiene sentido si hablamos de un reloj que se orientará a deportistas —idóneo para quien pasa días en la montaña, por ejemplo—, y por otro es algo que ya hemos visto en relojes de otras marcas. No solo que tengan autonomías muy superiores, sino que incorporen este modo de consumo muy bajo que les permite ofrecer baterías que duran semanas y semanas apoyándose en la carga solar, como el Garmin Fenix 7X.